miércoles, 31 de octubre de 2012

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS_1 de Noviembre



La Iglesia Católica ha llamado "santos" a aquellos que se han dedicado a que su propia vida le sea lo más agradable posible a Nuestro Señor.

Hay unos que han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, por lo que por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.

Para ser declarado "santo" por la Iglesia Católica se necesita toda una serie de trámites rigurosos. Primero una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar y virtuosa. Si se logra comprobar por el testimonio de muchos que su comportamiento fue ejemplar, se le declara "Siervo de Dios". Si por detalladas averiguaciones se llega a la conclusión de que sus virtudes, fueron heroicas, es declarado "Venerable". Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro totalmente inexplicable por medios humanos, es declarado "Beato". Finalmente si se consigue un nuevo y maravillosos milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara "santo".

En el caso de algunos santos el procedimiento de canonización ha sido rápido, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que sólo duró 2 años.

Poquísimos otros han sido declarados santos seis años después de su muerte, o a los 15 o 20 años. Para la inmensa mayoría, los trámites para su beatificación y canonización duran 30, 40, 50 y hasta cien años o más. Después de 20 o 30 años de averiguaciones, la mayor o menor rapidez para la beatificación o canonización, depende de quien obtenga más o menos pronto los milagros requeridos.

Los santos "canonizados" oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares. Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.

Fuente: ACIPRENSA

martes, 30 de octubre de 2012

"The Way" ("El Camino de Santiago")

"LOS EJÉRCITOS AVANZAN HACIA LA GUERRA,
LOS PEREGRINOS AVANZAN HACIA UN NUEVO TIPO DE PAZ QUE SIRVA DE ALGO"


Protagonizada por Martin Sheen, Angela Molina y Tcheky Kario
Dirigida por Emilio Estévez.

1ª parte:  http://www.gloria.tv/?media=136379

2ª parte: http://www.gloria.tv/?media=136380

“Caminas solo,  pero no puedes llegar a tu destino sin ayuda de la comunidad”
 Martin Sheen


jueves, 25 de octubre de 2012

"El que come Mi Carne y bebe Mi Sangre tiene Vida Eterna"



Maravilloso documento del Padre Sergio Antonio Donoso Brant, OCDS.

1. EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE TIENE VIDA ETERNA.

   Jesús, continúa el gran discurso pronunciado en Cafarnaúm. En él, nos explica cuidadosamente, en forma muy explicita, con una claridad admirable la Eucaristía. Se repiten algunos conceptos ya antes dichos, pero con un nuevo matiz, con un cambio notable, ya no dice el que cree, sino que el que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida Eterna.

   En el fragmento anterior de este Evangelio, Jesús se proclama a sí mismo: Yo soy el pan de vida. (Jn 6, 48). Es pan de vida, en el sentido que El causa y dispensa esta vida: Les dijo Jesús: "Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed." (Jn 6,35) En este mismo Evangelio, fragmento anterior, “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer." (Jn V30.31) los judíos le habían hecho ver o debatir el prodigio del maná, que Dios hizo en favor de los padres en el desierto. Y Jesús recoge ahora aquella alusión para decirles, una vez más, que aquel pan no era el pan verdadero: “Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo." (Jn 6,32). Pero este era sólo un alimento temporal. Por eso, los padres comieron de él, pero murieron.

2. YO SOY EL PAN VIVO BAJADO DEL CIELO.


Hay, en cambio, un pan verdadero. Y éste es el que está bajando del cielo, precisamente para que el que coma de él no muera. No morirá en el espíritu, ni eternamente en el cuerpo. Porque este pan postula la misma resurrección corporal.

Es interesante notar la formulación del versículo 58. Jesús ahora no dice: “Yo soy el pan vivo” sino “Este es el pan bajado del cielo” (Jn 6,58), con lo que se palpa muy de cerca la fórmula de la consagración eucarística: “Este es mi cuerpo.”

Y este pan hasta aquí aludido encuentra de pronto su concreción: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Antes “Yo soy el pan de la vida.” (Jn 6,48) se definió como el Pan de vida, acusando el efecto que causaría ser comido y masticado en el alma. Ahora se define por la naturaleza misma viviente. Es decir, tiene en sí mismo la vida: "Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo" (Jn 5:26).

3. EL QUE COMA DE ESTE PAN VIVIRÁ PARA SIEMPRE

Y la tiene, porque ese pan es el mismo Jesús, que bajó del cielo en la Encarnación, cuyo momento histórico en que se realizó esa bajada se acusa por la forma como los dice. Es el verbo que tomó carne. Y al tomarla, es pan vivo. Porque es la carne del Verbo, en quien, en el principio, ya estaba la vida (Jn 1:4) que va a comunicar a los seres humanos.

Si ese pan es viviente, no puede menos de conferir esa vida y vivificar así al que lo recibe. Y como la vida que tiene y dispensa es eterna, se sigue que el que coma de este pan vivirá para siempre, porque tendrá Vida eterna. El tema, una vez más, se presenta, según la naturaleza de las cosas, sapiencialmente, sin considerarse posibles deserciones o abandonos que impidan o destruyan en el sujeto esta vida eterna: "El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada”(Jn 15:1-7).

4. EL PAN QUE YO DARÉ ES MI CARNE PARA LA VIDA DEL MUNDO.

Y aún se matiza más la naturaleza de este pan: el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.

Al hablarles antes del Pan de vida, que era asimilación de Jesús por la fe, se exigía el venir y el creer en El, ambos verbos en participio de presente, como una necesidad siempre actual: “Les dijo Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.”(Jn 6, 35); pero ahora este Pan de vida se anuncia que él lo dará en el futuro. Es, se verá, la santa Eucaristía, que aún no fue instituida. Un tiempo después de esta promesa, este pan será manjar que ya estará en la tierra para alimento de los seres humanos. Con ello se acusa la perspectiva eclesial eucarística.

Éste pan es, dice Jesús, mi carne, pero dada en favor y en provecho de la vida del mundo. Este pasaje es, doctrinalmente, muy importante.

Se trata, manifiestamente, de destacar la relación de la Eucaristía con la muerte de Jesús, como lo hacen los sinópticos y Pablo. San Juan utilizará el término más primitivo y original de carne.

Si la proposición vida del mundo concordase directamente con el pan, se tendría, hasta por exigencia gramatical, la enseñanza del valor sacrificial de la Eucaristía. Pero vida del mundo ha de concordar lógicamente con mi carne, y esto tanto gramatical como conceptualmente.

5. ES LA CARNE DE JESÚS

Pero ya, sin más, se ve que esta carne de Jesús, que se contiene en este pan que Jesús dará, es la carne de Jesús; pero no de cualquier manera la carne de Jesús como estaba en su nacimiento, sino en cuanto entregada a la muerte para provecho del mundo, mi carne para la Vida del mundo es la equivalente, y está muy próxima de la del relato de Lucas: “Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.”(Lc 22, 19), o como lo relata Pablo: “Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.” (1 Cor 11, 24).

Aquí Jesús no habla de la entrega de su vida sino de la entrega de su carne. Podría ser porque se piensa en la participación del cuerpo y sangre en el banquete eucarístico, o porque se piensa en la unidad del sacrificio eucarístico/Calvario.

6. EL PAN QUE JESÚS DARÁ ES LA EUCARISTÍA.

Y ésta, para San Juan, es el pan que contiene la carne de Jesús. En el uso semita, carne, o carne y sangre, designa el hombre entero, el ser humano completo. Aquí la Eucaristía es la carne de Jesús, pero en cuanto está sacrificada e inmolada por la vida del mundo Precisamente el uso aquí de la palabra carne, que es la palabra aramea que, seguramente, Jesús usó en la consagración del pan, unida también al el pan que yo daré, es un buen índice de la evocación litúrgica de la Eucaristía que San Juan hace con estas palabras.

Si por una lógica filosófica no se podría concluir que por el solo hecho de contener la Eucaristía la carne de Jesús inmolada no fuese ella actualmente verdadero sacrificio, esto se concluye de esta enseñanza de San Juan al valorar esta expresión tanto en el medio ambiente cultual judío como grecorromano.

7. ¿CÓMO ESTE HOMBRE PUEDE DARNOS A COMER SU CARNE?

Ante la afirmación de Jesús de dar a comer un pan que era precisamente su carne, los judíos no sólo susurraban o murmuraban como antes, al decir que bajó del cielo: Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo.” (Jn 6, 41), sino que, ante esta afirmación, hay una protesta y disputa abierta, acalorada y prolongada entre ellos, como lo indica la forma imperfecta en que se expresa: ¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne? Esto sugiere acaso, más que un bloque cerrado de censura, el que unos rechazasen la proposición de comer ese pan, que era su carne, como absurda y ofensiva contra las prescripciones de la misma Ley por considerársela con sabor de antropofagia; mientras que otros pudiesen opinar: “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6:68) llenos de admiración y del prestigio de Jesús; el que no se hubiesen entendido bien sus palabras; o que hubiese que entenderlas en un sentido figurado y nuevo, como lo tienen en el otro discurso: "¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?" (Jn 7:42)

Preguntaban despectivamente el cómo podía darles a comer su carne. ¡El eterno cómo del racionalismo! Ante este alboroto, Jesús no sólo no corrige su afirmación, la atenúa o explica, sino que la reafirma, exponiéndola aún más clara y fuertemente, con un realismo máximo. La expresión se hace con la fórmula introductoria solemne de "Les aseguro que ...", y luego les agrega "... si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día."

8. LA NECESIDAD DE COMER Y BEBER LA CARNE Y SANGRE DE JESÚS

La doctrina que aquí se expone es por una parte la necesidad de comer y beber la carne y sangre de Jesús; por otra, porque sin ello no se tiene la vida eterna como una realidad que ya está en el alma: “pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna” (Jn 4:14.23), y que sitúa ya al alma en la vida eterna, y finalmente y como consecuencia de la posesión de la vida eterna, que esta comida y bebida confieren, se enseña el valor escatológico de este alimento, pues exigido por él, por la vida eterna por él conferida, Jesús, a los que así hayan sido nutridos, los resucitará en el cuerpo en el último día.

La enseñanza trascendental que aquí se hace es la de la realidad eucarística del cuerpo y sangre de Jesús como medio de participar en el sacrificio de Jesús: necesidad absoluta para el cristiano. Sacrificio que está y se renueva en esta ingesta sacrificial eucarística.

9. EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE PERMANECE EN MÍ Y YO EN ÉL.

Como verdadera comida y bebida que son la carne y la sangre eucarísticas de Jesús, producen en el alma los efectos espirituales del alimento. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Es una forma que aquí se usa para expresar esta presencia de Jesús en el alma, la unión de ambos, tiene en los escritos de San Juan el valor, no de una simple presencia física, aunque eucarística, sino el de una unión y sociedad muy estrecha, muy íntima: "¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" (Jn 14:10.20), “Permaneced en mí, como yo en vosotros.” (Jn 15:4.5), “para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti", que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.” (Jn 17:21). Este es el efecto eucarístico en el alma: así como el alimento se hace uno con la persona, así aquí la asimilación es a la inversa: el alma es poseída por la fuerza vital del alimento eucarístico.

10. COMO YO, QUE HE SIDO ENVIADO POR EL PADRE QUE TIENE VIDA, VIVO POR EL PADRE.

Luego Jesús nos dice: "Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí."


Así como Jesús vive por el Padre, del que recibe la vida: “Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo” (Jn 5:26), así también el que recibe eucarísticamente a Jesús vive por Jesús, pues El es el que le comunica, por necesidad, esa vida (San Juan 1.16; 15:4-7). El Padre es la fuente de la vida que el Hijo goza; esta vida, difundiéndose luego a su humanidad, constituye aquella plenitud de que todos hemos de recibir (San Juan 1:16). Así el discípulo que se nutre del Pan de vida eucarístico se consagrará enteramente, por ello, a promover los intereses de Jesús. Con esta interpretación estaríamos en presencia de una noción nueva. Unido a Jesús en la Eucaristía, el fiel se consagraría enteramente a promover los intereses de aquel que se le da a él.

11. JESÚS ENSEÑABA TODO ESTO EN LA SINAGOGA DE CAFARNAÚM

Finalmente, san Juan ha querido precisar donde se dijo este discurso con exactitud, Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm. Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm. Tal vez los hace, para certificar que estas cosas se decían en reuniones públicas, no de una forma clandestina.

Los sacramentos nos comunican la gracia, la Eucaristía nos da a Jesucristo, el mismo autor de la gracia, es así como la Eucaristía nos produce un efecto admirable.
San Agustín, en una ocasión nos advierte: Al comer la carne de Cristo y beber su sangre, nos transformamos en su sustancia.


El padre Oscar Fabré, un santo viviente.

Video del Padre Oscar

Su obra es un ejemplo: recolección de alimentos para gente de la calle y cartoneros; taller para destejer y tejer prendas y convertirlas en frazadas para los carenciados; cooperación caritativa con Rabinos y Pastores, recepción de prendas y zapatillas para los hijos de los cartoneros de Chacarita y Villa Crespo, etc. Es el Párroco de la Parroquia de SAN BERNARDO ABAD o "IGLESIA DEL CRISTO DE LAS MANOS ROTAS" de Villa Crespo, mencionada reiteradamente por Leopoldo Marechal en "ADÁN BUENOSAYRES". Cito el pasaje de la noche en que los Angeles y Demonios luchan por el alma de Adán, agarrado a las rejas de la Iglesia:




"La iglesia de San Bernardo yergue su torre única en la noche: cerrada está la verja, desierto el atrio y sin más vida que la de sus palmeras desmelenadas al viento. Adán Buen
osayres se ha detenido allí, con el resuello agitado y el corazón batiente. Prendido a la reja, mira en torno suyo y escucha: nadie y nada: se han callado las voces y desvanecido las imágenes. Entonces la espesa nube de sus terrores, angustias y remordimientos estalla en un sollozo que lo sacude y ahoga, como la náusea de la curtiembre. Luego, sin abandonar la reja, levanta sus ojos hasta el Cristo de la Mano Rota; y permanece así, mirándolo y llorando suavemente:

"—Señor, confieso en ti al Verbo que, sólo con nombrarlos, creó los cielos y la tierra. Desde mi niñez te he reconocido y admirado en la maravilla de tus obras. Pero sólo me fue dado rastrearte por las huellas peligrosas de la hermosura; y extravié los caminos y en ellos me demoré; hasta olvidar que sólo eran caminos, y yo sólo un viajero, y tú el fin de mi viaje."

"Adán se interrumpe aquí súbitamente desalentado: le parece advertir que sus palabras interiores, lejos de ganar altura, se abaten como pájaros de arcilla no bien intentan remontar el vuelo. Y, entretanto, espadas angélicas y tridentes demoníacos han suspendido su contienda; porque llegó la hora en que Adán Buenosayres debe combatir solo."

"—Señor —insiste ahora en su alma—, también confieso en ti al verbo que, por amor del hombre, tomó la forma del hombre, asumió su infinita deuda y la redimió en el Calvario. Nunca me fue difícil entender el prodigio de tu encarnación humana y los misterios de tu vida y tu muerte. Pero en tristes caminos malogré y ofendí la inteligencia que me diste como regalo."

"Con los ojos puestos en el Cristo de la Mano Rota, guarda silencio Adán, esperando un signo inteligible, un solo eco de sus voces, la sombra de una comunicación. Pero no advierte señal alguna, como no sea el frío estelar que parece llover desde lo alto sobre su agonía. Entonces comienza en él un relajamiento más doloroso que la tensión. Adán ignora que mil ojos invisibles están llorando por él en las alturas, y que los de la espada, en torno suyo, han comenzado a mirarse y a sonreírse, como si desde la eternidad poseyeran un secreto inviolable. Y Adán intenta el último llamado:

"—Señor, ¡no puedo más conmigo! Estoy cansado hasta la muerte. Yo...


Las campanas del cielo han comenzado a redoblar, y redoblan a fiesta. Voces triunfales estallan en los nueve coros de arriba; porque vale más el alma de un hombre que toda la creación visible, y porque un alma está peleando bien junto a la reja de San Bernardo."





Las donaciones pueden realizarse en la sede de la Parroquia ubicada en Gurruchaga 171, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tel. 4854-0789.

domingo, 21 de octubre de 2012

"GOSPA, el Milagro de Medjugorje"

Largometraje protagonizado por Martín Sheen, Michael York y Morgan Fairchild




Medjugorje, en la hoy Provincia Franciscana de Bosnia Herzegovina:  El 24 de junio de 1981 seis niños aseguran que han empezado a ver a la Gospa  ("Virgen María" en croata) dando lugar a una de las mayores manifestaciones de fe de nuestros días. El gobierno yugoeslavo considera las apariciones como un serio peligro político y al no poder frenar los acontecimientos que llevan miles de peregrinos a la villa decide destruir Medjugorje. El párroco franciscano Jozo Zovko (Martin Sheen) defiende firmemente la autenticidad de las apariciones y es encarcelado. No obstante, la fe se impone y ha seguido triunfando hasta el día de hoy. Basada en hechos reales, con subtítulos en español

Hoy. No mañana


Siempre dí lo que sientes y haz lo que piensas...
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que esta fuera la última vez que
 te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.


Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.


Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.


Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.

Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.


Padre Julio César Ibarra
Sacerdote mexicano y servidor de Dios, fallecido el 30 de enero de 2011 en Tanzania

"Buscan destruir a la Iglesia"




BUENOS AIRES, 18 de Octubre de 2012 
(ACI/EWTN Noticias).- 

El Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los SacramentosMons. Juan Miguel Ferrer Grenesche, señaló que hay grupos que buscan destruir a la Iglesia porque la ven como un obstáculo que les impide dominar el mundo con legislaciones que “atentan contra los fundamentos mismos de la civilización”.

“Hoy tenemos retos semejantes en distintos países del mundo. La globalización trajo legislaciones que se difunden en las diferentes naciones; y que atentan contra los fundamentos mismos de la civilización”, advirtió durante su visita al Seminario Mayor San José de La Plata (Argentina).

Mons. Ferrer Grenesche dijo que estas legislaciones  “apuntan a la secularización y laicización de la sociedad. Y hay grupos bien interesados en destruir lo que se oponga a ello. Por ello, ven a la Iglesia como un peligro para su plan de dominación. Porque no busca acuerdos, a medio camino, entre la verdad y la mentira”.


La autoridad vaticana dijo que en este escenario la labor de los sacerdotes y fieles es “retomar intensamente nuestra identidad (católica), y la conversión interior; la vocación a la santidad y a la misión. Allí apunta la Nueva Evangelización”.

“Como bien nos lo enseña el Santo Padre (Benedicto XVI), tenemos tres vías de evangelización: la Ordinaria, en nuestras comunidades, con los fieles que están en la Iglesia; la Misionera, allí donde no se conoce a Cristo, y la Nueva Evangelización, para todos aquellos que se alejaron o no viven, con intensidad, su práctica cristiana”, señaló.

Para ello, indicó, se debe buscar el encuentro de los fieles con Dios y una herramienta importante es la liturgia. “Por eso es responsabilidad de los pastores del pueblo de Dios, como parte de su oficio de amor, cuidar de ella. Y eso comienza aquí, en el Seminario”, afirmó.

Mons. Ferrer, quien fue rector del Seminario Mayor de Toledo (España), recordó que la liturgia le pertenece a Dios y no a los hombres, y por ello “celebrar los sagrados misterios es lo más importante en la vida de cualquier sacerdote, obispo y el propio Papa. Y, además, la forma en que el Santo Padre celebra se constituye en el modelo perfecto para toda la Iglesia”.

“La liturgia es escuela de fe y de vida cristiana, y debe impregnar toda la vida del Seminario. En ella convergen el Magisterio, la Biblia y los Sacramentos. Por eso, ya desde el Seminario, hay que vivir lo que la Iglesia nos pide el día de nuestra Ordenación: ‘Imita lo que tratas. Y configura tu vida con el misterio de la Cruz del Señor’ ”, señaló.

Finalmente, la autoridad vaticana exhortó a los seminaristas a fijarse en el modo en que celebraban la liturgia santos como San Juan, San Gregorio Magno, San Martín de Tours, San Felipe Neri, el Santo Cura de Ars, San Pío de Pietrelcina y San Josemaría Escrivá de Balaguer. “Todos ellos, y tantos otros, son muy buenos modelos a imitar”, afirmó.



sábado, 20 de octubre de 2012

El Ermitaño


Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la  oración y a la penitencia.
Se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer.
La gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro. A lo que les contestó:
“Tengo que domar a dos Halcones, entrenar a dos Águilas, mantener quietos a dos Conejos, vigilar una Serpiente, cargar un Asno y someter a un León."
- No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales?
Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
"-Estos animales los llevamos dentro:
"Los dos Halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo.
Tengo que entrenarlos para que sólo se lancen sobre presas buenas…
Son mis OJOS"
"Las dos Águilas con sus garras hieren y destrozan.
Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir…
Son mis MANOS"
"Y los Conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles.
Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta…
Son mis  PIES"
"Lo más difícil es vigilar la Serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas.
Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño…
Es mi LENGUA"
"El Burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber.
Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día…
Es mi CUERPO"
"Finalmente necesito domar al León, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso…
Ese… es mi CORAZÓN"

jueves, 18 de octubre de 2012

Ven, Señor Jesús



"Santificad esta ofrenda con vuestra bendición, hazla perfecta y digna de Ti, 
para que se convierta para nosotros en cuerpo y sangre de tu Hijo amado,
 Jesucristo, nuestro Señor."

"El cual, la víspera de su pasión, tomó pan, en sus santas y venerables manos y, elevando los ojos al Cielo, hacia Ti, Dios Padre suyo todopoderoso, dando gracias,
 lo bendijo, lo partió, y lo dio a sus discípulos diciendo:

"Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo"

"Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, en sus santas y venerables manos, dando gracias lo bendijo y lo dio a sus discípulos diciendo:

"Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre,
 sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros
 y por todos los hombres para el perdón de los pecados."